El pasado miércoles 27 de septiembre la Subdelegación de Defensa de Teruel celebró el Día de la Subdelegación, concentrando diferentes actos de homenaje, entre los que se encontraba la entrega del premio, a nivel provincial, del Concurso literario “Carta a un Militar Español”.
El Concurso celebraba su 10ª Edición bajo el lema “Las Fuerzas Armadas: Construyendo paz y seguridad”.
El premio recayó en el alumno Jesús Martínez Morales con la carta bajo el título de “Te pido disculpas”, el jurado se decidió por ella ya que destacaba en su ensalzamiento de los valores del soldado español y en la emotividad reflejada.
Durante el acto de entrega, Jesús que está actualmente cursando 2º de Bachillerato leyó su carta y recibió un diploma y una serie de regalos por parte de la Subdelegación, también el Director del Colegio Juan Carlos Calvo recibió en representación del Colegio un diploma.
El alumno está muy contento con este reconocimiento y está deseando volver a participar en la siguiente Edición.
El Colegio Las Viñas lleva participando en este concurso desde su 1ª Edición, pero cabe destacar la gran participación en esta última sobre todo de alumnos de 4º ESO, 1º y 2º Bachillerato.
TÍTULO: TE PIDO DISCULPAS
Querido soldado español, ante todo me gustaría pedirte disculpas, pues estoy seguro de que más de una vez te habrás sentido solo, pensando que nadie te entiende, que no se valora en su justa medida todo el sacrificio que conlleva la vida militar. Sé lo que es eso, quizá a mi corta edad es lo único que sé, pues como adolescente tengo esa sensación casi a diario.
Quiero, sin que ello sirva de excusa, explicarte que para la sociedad civil a la que sirves los conceptos de sacrificio, honor, abnegación, compañerismo, amor a la Patria y servicio desinteresado a los demás, son palabras que suenan arcaicas, incomprensibles para una sociedad cada vez más individualista y egoísta, en la que parece que lo único importante es lo material.
A una sociedad que se mueve bajo estas premisas es normal que le resulte difícil entender que alguien y más alguien joven, pueda decidir abandonar esta presunta libertad para incorporarse a la vida militar, con la consiguiente aceptación de la dura disciplina que la acompaña y el sacrificio personal por el bien de la Comunidad, todo a cambio de un sueldo que no te hará rico.
Sé que estas razones no son suficientes para que te sientas mejor, y por ello te pido perdón en mi nombre y el de la gente a la que sirves en esa labor callada que diariamente realizas con tus mejores deseos.
Siéntete orgulloso de ser quién eres y de ser cómo eres, yo me siento orgulloso de ti, y sé que mucha gente en este país también lo hace, aunque lo diga en público muy pocas veces y casi siempre con ocasión de alguna tragedia en la que habéis intervenido como ayuda humanitaria, puesto que aunque la expresión de ese orgullo parece limitada a esos momentos, el que no sea un orgullo expresado en voz alta, no significa que no sea un orgullo mantenido en todo momento.
Siéntete orgulloso porque tu labor es importante para nosotros, aunque mucha gente no parezca darse cuenta, y es importante no solo en las tragedias, también en la alta preparación que os esforzáis día a día en alcanzar, ya que como decían los romanos “si vis pacem para bellum”. Por lo tanto, si vivimos en paz es también gracias a vosotros.
Deseo que aceptes mis disculpas y sé que sabrás perdonar la aparente indiferencia que te muestra esta sociedad, porque es más aparente que real, y como dijo Calderón, “en buena o mala fortuna, la milicia no es más que una religión de hombres honrados” y por eso os queremos y admiramos mucho más de lo que expresamos y menos de lo que os merecéis.
Espero que estas reflexiones sirvan para aliviar esa sensación de soledad que en algún momento te pueda alcanzar. No estás solo, todos estamos contigo, yo estoy contigo.